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Tips para estimular el lenguaje desde casa

Los logopedas siempre insistimos en explicar la diferencia entre comunicación, lenguaje y habla. Creemos que por una parte es fácil su confusión y por otra es importante entender la diferencia. Porque hablar de forma oral o no hacerlo, no supone que la persona no se pueda comunicar de otras formas.

La comunicación es el acto en sí que nos permite interactuar con los demás y expresar emociones, sentimientos e ideas.

El lenguaje es la capacidad para comunicarnos. Se compone del sistema de signos orales, gestuales y escritos o mediante sistemas alternativos o aumentativos de comunicación (SAAC) que utilizamos para comunicarnos.

Y el habla es la expresión verbal del lenguaje.

¿cómo estimular el lenguaje?

Cualquier ocasión es buena para empezar a estimular el lenguaje. Fomentar la comunicación de los más peques, ya sea en casa, en el coche, en el parque o incluso en el dentista. No es la primera vez que llega alguien y te dice: “estoy preocupado porque mi hijo tiene X edad y no habla”. Pues bien, que los peques no hablen no quiere decir que no se puedan comunicar de otras formas. Y que no existan ocasiones durante el día para estimular de forma correcta esa interacción que buscamos con el adulto. Únicamente nos hacen falta las herramientas adecuadas para ello.

Ejemplos;

  • Ponernos cara a cara frente al niño a la altura de sus ojos cuando queramos comunicarnos con ellos. Hablarles sobre temas que despierten su interés para que presten atención a lo que les decimos.
  • Demostrar que les estamos escuchando. Asintiendo de vez en cuando con la cabeza y dejar que se expresen a su manera. Procurar no interrumpir su discurso hasta que ellos hayan terminado para que aprendan el intercambio de turnos en la conversación.
  • Usar un lenguaje sencillo y claro, además de usar la entonación en la oración para hacer énfasis en las palabras que nos interesa que aprendan.
  • Empezar a interpretar sus expresiones faciales para saber si está prestando atención. Y le interesa la conversación o por el contrario se ha aburrido del tema.
  • Aprender a identificar los gestos o sonidos que usa nuestro hijo para comunicarse y aprovecharlos para interactuar con ellos.
  • Jugar con cuentos o juguetes que nos permitan introducir vocabulario nuevo. E incluso empezar a producir onomatopeyas o implantar pequeñas canciones en el día a día. Por ejemplo, a la hora de ducharse, de poner la mesa o de irse a dormir.

Es importante sacar un rato de calidad al día para prestarles la atención que se merecen. Y que va a hacer que la comunicación se vuelva funcional y que podamos ofrecerles una vía de expresión e interacción con el mundo.

Aina Ferrá Velarde

Graduada en logopedia Nº col. 07/0284

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