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Estimular los primeros pasos

¿Cómo se pueden estimular esos primeros pasos en los más pequeños? y ¿qué debemos tener en cuenta cuando se compra calzado?

Primero, debemos saber cómo es el desarrollo motor de un niño. Entonces saber identificar en qué punto se encuentra vuestro pequeñín y saber qué hito viene después para poder estimularle y guiarle.

¿Cuáles son las fases necesarias antes de caminar?

Lo primero que debe conseguir el/la niño/a es sentarse y mantenerse erguido sin necesidad de un apoyo. Tras este requisito, pasaremos al desplazamiento por el suelo dentro de todas sus variables, gateo, culeo, rastreo, volteo…

En el momento que la motivación ya no está a ras de suelo si no que está a más altura. Su necesidad de descubrimiento hace que busquen esa verticalidad. Buscando objetos o personas que le den el apoyo que necesita, conseguirá ver el mundo unos centímetros más arriba. El cambio puede ser desde la posición de sentado o gateo a rodillas y a de pie. O desde sentado traccionando con ambas piernas podría subir a de pie.

A partir del momento en el que el niño comienza a bipedestar, hay un gran cambio en los pies. Pasando a ser el punto de mantenimiento del equilibrio y, próximamente, pilar clave del desplazamiento. Visualmente el pie será un pie plano y caído hacia dentro (no tiene que alarmar en estas primeras etapas de carga del peso).  Comienzan a estimular su propio cuerpo con movimientos de ajuste de equilibrio. Potencia toda la musculatura que interviene en la estabilidad hasta conseguir estar de pie sin apoyo.

Tras adquirir la habilidad de ponerse desde sentado o de rodillas, a de pie, comienza el aprendizaje de la marcha. El inicio puede ser con apoyo, ya sea del adulto con agarre de las manos, o ellos solos con algún objeto.

Estando ellos solos, sin el apoyo del adulto, iniciaremos la marcha lateral, para poder alcanzar algún objeto que les llama mucho la atención; así pueden tener ambas manos para ayudarse y desplazarse al mismo tiempo. Después de unas cuantas caídas y repeticiones, el siguiente paso es llegar desde el apoyo de un objeto a otro. Va aumentando gradualmente la distancia entre estos y, por ende, la dificultad.

Cuando esa distancia entre objetos va aumentando, y ya son capaces de dar 2 o 3 pasitos; solo queda incentivar para que la distancia que recorren aumente. Y que puedan ganar la estabilidad suficiente hasta ser capaces de transportar objetos de un punto a otro.

Lo podríamos resumir en tres etapas;

Predeambulación. El niño todavía no anda, el pie tiene una función más sensitiva y no tiene una función de sustentar el peso.

Adquisición de la marcha. El niño comienza a ponerse de pie apoyándose y a dar unos pocos pasos de manera independiente.

Maduración de la marcha. Se produce la consolidación del patrón de marcha erguida.

¿Cuál es el mejor calzado?

En estas etapas iniciales de la adquisición de la marcha. Cuando ya salen a la calle, el calzado debe ayudar al niño a desarrollar sus propias capacidades. Para mantener el equilibrio y alcanzar la propulsión, aunque sin llegar a suplirlas.

Un punto importante a la hora de comprar zapatos es fijarse en la parte del talón. Es necesario que disponga de una zona reforzada para evitar que el pie haga una caída tanto interna, como externa. Esto nos da la seguridad de que el patrón de la marcha se adquiera de manera idónea. Sin compensaciones, asegurando que toda la práctica y la fuerza ganadas, sean en los rangos adecuados.

Si tenéis cualquier consulta podéis contactar con Fundación Nemo y os resolveremos las dudas.

Silvia Jordá

Fisioterapeuta

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