En este momento estás viendo ¿Jugamos?

¿Jugamos?

  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura
  • Autor de la entrada:

¿Aprendemos Jugando?

¿Qué hay más divertido que jugar?

Los niños pasan gran parte del tiempo jugando en el colegio, en casa, en la calle… y es que jugar resulta primordial para el desarrollo integral de los más pequeños. Esta es la manera que tienen de explorar, descubrir y aprender a conocer la vida.

Se puede decir que jugar es una necesidad básica de los niños. Es su modo de aprender.

El juego es una situación de disfrute y placer, en el que se da un aprendizaje de manera natural. Los objetivos principales de jugar son divertirse, entretenerse, compartir un tiempo en familia, etc. El juego es una herramienta de enseñanza. Favorece múltiples áreas del desarrollo infantil.

¿Qué aprenden jugando?¿Que capacidades desarrollan?

Las oportunidades que brinda jugar son numerosas:

  • Fomenta el desarrollo de la inteligencia, la búsqueda de estrategias y desarrolla su capacidad para pensar.
  • Promueve su imaginación y creatividad.
  • Aprenden a gestionar sus emociones.
  • Aprenden a respetar los turnos del juego, interaccionan con los demás jugadores y aprenden reglas sociales.
  • El juego fomenta la confianza en uno mismo. Se observan los logros y se fortalece la imagen de uno mismo.
  • Desarrollan las capacidades sensoriales a través del tacto (diferentes texturas), oído (sonidos), vista (colores, formas).
  • Promueve el desarrollo psicomotor, a través del movimiento (corriendo, saltando…).

Todas estas capacidades que se entrenan a través de los juegos se trasladan a la vida diaria. Es necesario tener en cuenta que cada niño tiene su modo de aprender. Resulta muy importante elegir un juego adecuado a las capacidades de cada uno. 

¿Cómo jugamos?

-Como algo divertido y sin imposiciones.

-Reforzando y reconociendo los logros del niño.

-Permitiendo explorar formas alternativas de juego.

-Fomentando emociones positivas.

El juego puede ser en solitario en grupo, competitivo o cooperativo. Compartir momentos de juego con adultos o con sus iguales resulta beneficioso para futuros comportamientos sociales. El niño aprenderá e imitará cómo actuar en distintas situaciones de la vida cotidiana.

No es necesario reservar un tiempo específico para el juego ni comprarlo. Se pueden crear y construir juegos o aprovechar materiales para idear unos nuevos. Hay tantos juegos como ideas. Se puede jugar en casa, en el parque, en el coche, andando por la calle o mientras estamos haciendo la compra. Lo importante es ofrecer oportunidades de aprendizaje diarias para que los peques exploren y estimulen sus capacidades a través de distintas formas de jugar.

Y tú, ¿te animas a jugar con ellos?

María Aizpuru

Neuropsicóloga