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A mi hijo le han recetado unos dafos…

Cuando un niño necesite mejorar la alineación en el apoyo de los pies. Se le realiza una valoración por parte de traumatología, rehabilitación, fisioterapia, podología… y se evalúa la opción más adecuada para corregir esta desalineación; la mayoría de las veces consiste en la colocación de un Dafo.

Un DAFO (Dinamic Ankle Foot Orthoses), es una férula de pie o aparato ortopédico delgado, flexible y contorneado de plástico. Envuelve todo el pie y tiene como objetivo proporcionar una mejor alineación al pie del paciente.

Existen diferentes tipos de dafo: estándar (de fabricación estándar según las distintas tallas). O personalizados (tomando un molde del pie del niño con una resina y aplicando la corrección que queremos darle). Dentro de estos 2 tipos hay distintos modelos (3, 3.5, 4…). Por ello, realizar una correcta valoración y recibir un buen asesoramiento es básico a la hora de decantarse por uno u otro.

¿Cómo se colocan?

La colocación de los dafos, en mi opinión, es una de las claves para obtener el resultado deseado. Estas férulas se han de poner, si es posible, con el niño sentado o tumbado. Pero con el pie apoyado en el suelo (90º) para asegurarnos que el talón ha entrado hasta su posición y evitar molestias y posibles heridas. Una manera de ver si está bien es mirar a través del plástico y ver si el talón está bien al fondo. Otra muy importante es levantar el dedo gordo desde el metatarso cuando lo colocamos y realizar un pequeño empuje.

¿Con qué zapatos?

Para elegir un calzado adecuado recomendamos esperar a tener los dafos ya confeccionados y llevarlos a tienda para probarlos; muchas veces la talla del zapato aumenta un número. Se recomiendan zapatillas con una lengüeta que se abra mucho para facilitar su colocación y que sean ligeras para evitar aumentar el peso del pie.

¿Cómo sé si se adaptan bien?

La adaptación a los mismos es otra de las cosas importantes. Ha de ser de manera progresiva y a tolerancia del niño, siempre comprobando que no le hace marcas o heridas graves. Durante la adaptación al pie (con deformidad), a una férula que se lo corrige, es normal que aparezcan pequeñas rojeces o puntos de presión. Si estas marcas desaparecen al poco tiempo de quitárselos (30 minutos-1hora) y no dejan discontinuidad en la piel podemos considerarlo normal. Cuando las marcas son profundas, muy rojas o amoratadas o se ha levantado la piel hay que retirarlos rápidamente. Comunicarlo al equipo terapéutico (fisioterapeuta) y al ortopeda para su revisión y modificación. La pauta recomendada para obtener los resultados deseados es de 8h/día y siempre que el niño bipedeste o realice marcha. ¡No hay prisa para llegar a esta dosis, el ritmo lo marca el niño!

¿Qué mantenimiento necesitan?

El mantenimiento es sencillo pero importante. Los velcros, remaches y la goma eva han de tratarse con “cariño”, pero si por el uso se deterioran pueden ser sustituidos.

¿Los cubre la Seguridad Social?

Los dafos entran en receta de la Seguridad Social (SS). El médico los prescribe y la familia abona el coste total. Pero si se presenta la receta y la factura de estos y la SS le devuelve el importe excepto una pequeña parte. Lo malo es que este proceso tarda unos meses y hay familias que no cuentan con ese dinero de manera inicial. Para estos casos hay algunos ortopedas que ofrecen entregar el producto y llevar el coste ellos. Siempre que el paciente se comprometa a darle el dinero cuando lo cobre de la SS. La receta se puede pedir 1 vez al año (se considera que lo normal es que le sirvan durante un año). Si por causas de crecimiento se le quedan pequeños antes y no puede usarlos. Siempre se puede solicitar al equipo médico que valore recetarle unos nuevos, aunque no haya pasado ese periodo.

Ante cualquier consulta no dudéis en contactar con nosotros y os asesoraremos

Elena Ara Lobera

Fisioterapeuta

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